Justo ahí,
en ese rincón donde se oculta la primavera...
Me escondí.
Jugábamos al escondite...
Y florecí durante toda la eternidad,
esperándote.
La brisa del deseo
iba despeinándome el flequillo,
en la orilla.
Las olas eran todas nuestras vidas y
el océano los minutos desordenados.
Justo ahí,
bajo ese lunar donde se intuye tu risa,
me escondí,
muy lentamente.
Mirándote.
martes, 7 de junio de 2016
INCENDIES
Basta con tus pupilas para incendiarme.
Mi alma es la llama
que arde en medio de la nada y
en todas direcciones.
Quemando la palabra,
abrasando amaneceres,
la gravedad se convierte en cenizas.
Presiento que esta noche el silencio
me va a vencer.
Una vez más.
G. S.
Mi alma es la llama
que arde en medio de la nada y
en todas direcciones.
Quemando la palabra,
abrasando amaneceres,
la gravedad se convierte en cenizas.
Presiento que esta noche el silencio
me va a vencer.
Una vez más.
G. S.
domingo, 29 de noviembre de 2015
In medias res
Y sin embargo, a veces,
te veo inventando coplas al desvelo,
tus palabras, otoños olvidados.
Allá donde se funden lluvia y rocío,
tú, impar como siete crisantemos,
a solas, tú y el rugir de la luna.
Y sin embargo, a veces,
como una veleta sin viento,
como un botón sin ojal...
Buscándome entre cristales empañados.
Cuando uno y uno
simplemente suman dos.
G. S.
jueves, 29 de octubre de 2015
Jaque mate
"No es agua ni arena la orilla del mar." José Gorostiza
Lo fugaz anida aquí y allá.
Entre las vías y los relojes.
Entre mis dedos y
acaso los tuyos.
Clavo la mirada en esas escaleras
que como olas de metal
van rompiendo en la orilla
de baldosa - blanca y negra.
Y al llegar el tren,
todo parece quedar tan lejos...
Somos pasajeros.
Que suben. Que bajan.
Gema S.
[Esperando en una estación... Un día cualquiera, pero no cualquier día.]
martes, 20 de octubre de 2015
La espera
Quiero leerte entre besos y
saborear tu ritmo acelerado.
Estoy
a merced de tu oleaje impreciso,
tiemblo a cada paso.
¿Acaso no escuchas
el rumor de un beso
aproximándose?
Estoy
a merced de tu oleaje impreciso,
tiemblo a cada paso.
¿Acaso no escuchas
el rumor de un beso
aproximándose?
La espera: estremecimiento.
Siento la brisa errante
entre el vacío que nos une.
Tu mejilla desnuda
entre el vacío que nos une.
Tu mejilla desnuda
llameante.
El tiempo, arena leve,
desmenuzándose...
La nuca tiembla.
Escalofrío que desemboca
en lo irracional.
en lo irracional.
Aroma que te lleva de vuelta.
Tropiezo en la esquina de tu boca.
Y después,
liberado el deseo;
ya nos estábamos esperando.
Tropiezo en la esquina de tu boca.
Y después,
liberado el deseo;
ya nos estábamos esperando.
¡Qué vivir ante la vida!
G. S.
domingo, 27 de septiembre de 2015
Borrador
Pensamiento que repta sonámbulo
al compás del tic-tac del reloj.
Por las callejuelas de la mente
llenas de charcos que estallan
en el ir y venir de la existencia...
Esa que viste botas de goma amarillas.
Las agujas del reloj le abrazan y oprimen
a la vez.
El tiempo estruja al sueño:
es una lucha cruenta que
el ojo observa con espanto.
Toda la oscuridad del universo
tiene cabida en un bostezo.
Y finalmente,
el pensamiento se queda adormilado
y puede descansar
ajeno a las espinas de la realidad en flor.
Indefenso,
la sábana es el escudo que le protege.
El alba la cuerda que le arrastra fuera de
las profundidades volcánicas del subconsciente.
Y la claridad tira de él,
como si cada día que despierta volviera a nacer,
ensangrentado y con la mirada renovada
de pureza y
de fe.
Y mientras el pensamiento yace
entregado a la ensoñación,
las hojas caídas de lo vivido revolotean.
al compás del tic-tac del reloj.
Por las callejuelas de la mente
llenas de charcos que estallan
en el ir y venir de la existencia...
Esa que viste botas de goma amarillas.
Las agujas del reloj le abrazan y oprimen
a la vez.
El tiempo estruja al sueño:
es una lucha cruenta que
el ojo observa con espanto.
Toda la oscuridad del universo
tiene cabida en un bostezo.
Y finalmente,
el pensamiento se queda adormilado
y puede descansar
ajeno a las espinas de la realidad en flor.
Indefenso,
la sábana es el escudo que le protege.
El alba la cuerda que le arrastra fuera de
las profundidades volcánicas del subconsciente.
Y la claridad tira de él,
como si cada día que despierta volviera a nacer,
ensangrentado y con la mirada renovada
de pureza y
de fe.
Y mientras el pensamiento yace
entregado a la ensoñación,
las hojas caídas de lo vivido revolotean.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
Desenredandote
Autor: Gema Sanz (Kent, 2010) |
Aprendes el atajo hasta la mano
que gota a gota te aprisiona.
Por los canales de la piel eres góndola:
navegas hasta el confín de la carne.
Con los ojos cerrados vas
hasta el mirador del alma...
Y frente al espejo,
tus lunares infinitos
(como estrellas fugaces)
salpican este cielo entreabierto.
Sigues la hilera de luceros
que nace en el ombligo y
deambula hasta el océano:
cónclave de puntos inconexos.
Dentro del molinillo conviertes
la palabra en polvo y
liberas al ser de la enredadera
que reviste todos sus muros:
apenas conmovido.
Adivinas el compás del Silencio
que baja como un escalofrío y
ulula junto al viento solitario,
deshabitado.
Con los ojos cerrados vas
hasta el mirador del alma y
abres todas las ventanas,
de par en par.
abres todas las ventanas,
de par en par.
G. S.
Paul David Bond |
domingo, 30 de agosto de 2015
Vericuetos
A través del camino zigzagueante
- con un horizonte impronunciable -
avanzan los pies rugiendo
en carne viva por el alba.
El sol,
brújula sin imán que detiene
el vals del pensamiento:
vas desprovisto de paradero y
de habla,
deshuesando minutos,
dejas un surco de tierra mojada.
De olvido.
Entre las manos, una fotografía del mar.
Entre los labios, el recuerdo de un rostro.
Diminutamente,
un ejército de ciempiés sigue tu rastro de
palabras -
acalladas.
Sobre la espalda se adivina
un amanecer a la deriva
lanzando destellos
entre las casas de magnolias.
Gema
"Fui peregrino sobre la mar,
y en todas partes
pecando un poco,
dejé mi vida como un cantar."
Valle-Inclán
- con un horizonte impronunciable -
avanzan los pies rugiendo
en carne viva por el alba.
El sol,
brújula sin imán que detiene
el vals del pensamiento:
vas desprovisto de paradero y
de habla,
deshuesando minutos,
dejas un surco de tierra mojada.
De olvido.
Entre las manos, una fotografía del mar.
Entre los labios, el recuerdo de un rostro.
Diminutamente,
un ejército de ciempiés sigue tu rastro de
palabras -
acalladas.
Sobre la espalda se adivina
un amanecer a la deriva
lanzando destellos
entre las casas de magnolias.
Gema
"Fui peregrino sobre la mar,
y en todas partes
pecando un poco,
dejé mi vida como un cantar."
Valle-Inclán
jueves, 9 de julio de 2015
Etapas
Cada día morimos, cada día cambiamos y sin embargo
nos creemos eternos...
Cuando todo haya terminado y
vuelvas la vista atrás,
admira las hojas secas
a ambos lados del camino,
desterradas por los meses y
por el paso del hombre.
Cuando la palabra logro
sea el viento que impulse tus velas,
llegarás a tierras inexploradas y
sentirás el olor a lilas
que destila la vida.
Admira los árboles con sus frutos
entre luces y sombras:
hoy nacerá un nuevo camino.
Gema
domingo, 5 de julio de 2015
Luna enzarzada
Peregrina de pies jadeantes,
se enzarzan las orquídeas
en tu rostro de alabastro y
una guirnalda de estrellas
ilumina tus abatidos pasos
en la oscura y tibia noche.
Recorres insólitas veredas
de cielos somnolientos;
vas dejando un rastro de
horas y días moribundos.
Extranjera en camas de
naufragios y sirenas:
sigue el rastro de
besos clandestinos...
Hoy el sexo sabe a tormentas
en alta mar y a pozos
de sangre y saliva - sin fondo.
Tuvimos la luna llena en la palma de la mano...
Por una noche,
por una eternidad derramada.
G. S.
se enzarzan las orquídeas
en tu rostro de alabastro y
una guirnalda de estrellas
ilumina tus abatidos pasos
en la oscura y tibia noche.
Recorres insólitas veredas
de cielos somnolientos;
vas dejando un rastro de
horas y días moribundos.
Extranjera en camas de
naufragios y sirenas:
sigue el rastro de
besos clandestinos...
Hoy el sexo sabe a tormentas
en alta mar y a pozos
de sangre y saliva - sin fondo.
Tuvimos la luna llena en la palma de la mano...
Por una noche,
por una eternidad derramada.
G. S.
sábado, 20 de junio de 2015
Tierra firme, tus manos
"Está nevando nieve enamorada.
La nieve por tus ojos se enamora
nevando tu mirar, que nieva y llora
la aurora del nevero deshojada.
Te ha nevado la voz, y, de repente,
tu risa abre a la tarde la alegría
saltando de tu boca como un copo."
A. García López
Naufrago en la tierra firme
de tus manos,
abiertas como dos desiertos
de escalofríos y de arena.
Sigo el cauce de tus dedos,
donde saltan libres los peces.
Y se inundan mis labios
de música y agua cristalina.
Cuando toco tu mano,
siento brotar la noche florida
en medio de un campo de espigas.
Y busco tréboles en tus palmas,
donde pastan los sueños o
donde crece la suerte en briznas.
Donde se desata el torbellino...
salvaje y casi siempre despeinado.
Tus manos sobre mis ruinas,
desnudando la piel de mármol.
Tus manos sobre mis solsticios,
van desatando enclaves de fuego.
Tus manos sobre mis rodillas,
imaginando constelaciones...
Gema
lunes, 25 de mayo de 2015
Bajo los cerezos florecían suspiros
"No es para quedarnos en casa que hacemos una casa,
no es para quedarnos en el amor que amamos."
Juan Gelman
Sea serpents; Klimt |
A través del rosetón de la catedral
ves el mundo
contenido en un caleidoscopio.
Y girando
van cambiando las nubes de color.
¿Acaso era el cielo azul?
¿Acaso eran tus ojos de vidriera?
¿De luz?
Él, paseaba bajo los cerezos,
mientras florecían suspiros
entre sus hoyuelos cincelados.
La simetría de la noche
se reflejaba en lo arcano del rostro.
Y todo cambiaba de color,
girando en un baile improvisado,
el invierno se nos escapaba de las manos...
G. S.
¿Acaso eran tus ojos de vidriera?
¿De luz?
Él, paseaba bajo los cerezos,
mientras florecían suspiros
entre sus hoyuelos cincelados.
La simetría de la noche
se reflejaba en lo arcano del rostro.
Y todo cambiaba de color,
girando en un baile improvisado,
el invierno se nos escapaba de las manos...
G. S.
Impronunciable sentir
Como desembocar en la confluencia
No miento.
Aunque yo también me hunda
G. S.
de todos los mares siento
lo que no puedo nombrar.
Las palabras son caballitos de mar
que huyen
a lo más hondo de
este cuerpo
que no se somete.
Y buceo entre barcos hundidos,
llenos de nostalgia y destello.
Aquello que no tiene nombre,
sube y baja
por mis túneles submarinos.
No miento.
Aunque yo también me hunda
en mi propio lenguaje pantanoso;
lo siento aleteando y
erizando cada uno de mis enigmas.
Sin significante que resuene y
vuele libre por los aires,
como un cosquilleo indecible.
Viaje de ida y vuelta
a las profundidades.
G. S.
viernes, 8 de mayo de 2015
Falseando hipótesis
Toda mirada tiene algo de ambigua.
Y en la palabra llueve agua turbia.
No seas ingenuo,
el arte es una convención y
existimos como colores emborronados
mezclados en la paleta del pintor.
Todo beso guarda connotaciones que
vuelan como mariposas
alrededor de la roja amapola.
Bajo la piel que enmascara...
Dime, ¿Qué es más verde?
¿La hoja? ¿La rana?
¿La esmeralda?
¿O la desesperanza?
¿La hoja? ¿La rana?
¿La esmeralda?
¿O la desesperanza?
Las taras de la verdad son virtudes
y viceversa;
difíciles de roer con dientes de pureza.
G. S.
Apuntes poéticos
Como un susurro llega
el nuevo día.
Vigila el centinela de nubes y lirios,
el Sol:
eternidad eterna;
espía las gaviotas audaces
que cruzan el interminable azul
de punta a punta.
Centenares de surcos
entre las piedras del alma,
¿De tormenta o de tormento?
Tienes un eco inaudible
en tu rostro hecho de
rayos de luz y de mareas...
Gema
Arno Rafael Minkkinen
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