Beso (Del lat. basĭum, voz de or. celta)

Me gustan los besos codiciados,
llenos de deseo asfixiado.
Y también
los besos abreviados y condensados,
los individualizados,
los kilométricos o
los insubordinados
con sabor a motín azucarado.

Y también me gustan
los besos enfurecidos,
los robados
y a veces,
los apaciguados.

Quiero besos chispeantes,
que protesten,
que respiren,
que salten y se alojen
en mis labios desordenados.
Y justo ahí
siembren palabras a medias:
  interrumpido el ahora,
        entremezclando presentes.

Beso:
¡Qué concepto
tan concreto para
algo peligrosamente diminuto
que desemboca en
magnitud insospechada!

G. S.

Le baiser de l'hotel de ville, Robert Doisneau