Soy la trenza hecha de jirones,
atados en pretérito imperfecto.
Mi piel es de ocre y antepasado.
Soy de barro y lasca desafilada,
albergo mito y rito en mi pecho.
Cruento estandarte en mis ojos.
Soy el lenguaje hecho silencio
que erguido camina entre cenizas.
Mi boca sabe a evolución y a prado.
Soy los apellidos grises del mundo,
el mortero destructor sin artillería.
Oriunda de esquirlas indoeuropeas.
Soy el horror al vacío y a la noche,
un ánfora, una antorcha, una vida.
Mi sangre es la tinta cuneiforme.
Despierto y olvido, sueño y recuerdo,
el viento trae las semillas de la historia
a mi ventana: polvo, silencio, despojo.
Algunas semillas las planto en la tierra,
otras son alimento para los pájaros...
Soy la trenza hecha de linaje rugiente.
Soy el pasado que habla,
soy el presente que calla.
G. S.
Somos de aquel linaje rugiente que bajó de los árboles en la sabana africana.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por tu visita Emilio - efectivamente, ese lado salvaje late fuertemente en nuestro interior. ¡Un abrazo!
EliminarMe gusta tu blog y tu trenza, así que¡Te amenazo muy seriamente con volver!
ResponderEliminarBesos
André
Vengo de lo de Kasioles
ResponderEliminarTu comentario me hizo venir a verte
Me ha encantado la magia de tu blog
Estupendo, Gema. Es un texto complejo por su profundo contenido. Es un canto salvaje de la naturaleza. Muy bello. La frase de la poeta lo borda.
ResponderEliminarBesos
Gracias por visitarme, por eso te he conocido y me ha gustado la relación que tienes con las palabras, así es que me quedo por aquí brujuleando.
ResponderEliminarEncantada de haberte conocido.
me encanta la poesía!! y volver por aquí.
ResponderEliminaraprecciate your blog kisses andy
ResponderEliminarBuenas tardes, Gema:
ResponderEliminarHay personas empeñadas en desligar trenzas ajenas, lo mismo que se afanan en desunir a los acompasados. Hay pieles inmaculadas, ufanas de no presentar ninguna cicatriz de lo vivido, que se burlan del tono ocre de la tez sentida. Hay vidas impolutas que al llegar sin mellar al fin de su camino, comprenden que su corazón fue una piedra que nunca talló una emoción ni embadurnó un remordimiento. Hay voces que sólo hablan del hoy, pues admitir su ayer las enmudece.
Lo bueno del presente es que en un instante se convierte en pasado, en recuerdos de los que aprendemos o en los que encontramos la fuerza para trenzarnos a la vida, lucir la piel herida o dejar piedras que ayuden a los demás a decidir su camino. Primero seamos Australopithecus, ya llegará el momento de ser Homo sapiens.
Gracias por dejarnos esta ìedra rúnica en el camino, Gema.
Impresionante poema por la belleza de tu verbo y por esa declaración existencial de nuestro origen. De ahí provenimos y llevamos la antorcha del pasado en el pecho y un toque de primitivismo en el instinto que nos enfrenta al prójimo.
ResponderEliminarSomos amor y odio; ira y paz...
Me encanta este poema.
Un abrazo.
Caramba ¡que buen poema!
ResponderEliminarGracias por pasarte por allí :) ***
Soy la palabra enmudecida,
ResponderEliminarla frase hecha poesía,
el verbo conjugado,
la sílaba entonada,
el suspiro sonrojado,
la mirada que vuela
bajo el manto de tus letras.
Un placer siempre leerte, preciosa.
Un besazo.
Soy y somos todo aquello y tanto más. Somos el pasado inscrito en el alma, las palabras aprendidas a fuego y roca. Somos la palabra apenas balbuceada pero aprendida para ser arma que construye y avanza.
ResponderEliminarAgradecida de tu paso en mi blog. Agradecida de ser mi seguidora número mil. Después de tantos años siempre el blog una alegría me regala....A mi regreso de vacaciones te visitaré.
Un abrazo desde mi tierra de cobre, vides y alerce.
Somos, al revés y al derecho siempre somoS. El grito de la noche, la prisa matutina, un beso diluido en silencios y una pupila que olvida. Soy un viajero detenido en el ritmo de tus palabras. Soy, un comentario. Felicidades.
ResponderEliminarEres un brote de poesía en medio de un páramo de tedio gris.
ResponderEliminarQue la vida te riegue bien y sigas floreciendo.
Venía para agradecer tu visita y me encuentro con una poetisa que hace un bello recorrido metafórico por la historia.
ResponderEliminarNo dejes de avisarme cuando publiques, yo suelo corresponder contestando a todos aquellos que visitan mis pucheros.
Yo también me quedo de seguidora.
Cariños y buen fin de semana.
kasioles
Gracias por la visita, así he podido conocerte.
ResponderEliminarMe gusta esta poesía.
Se agradece leer algo diferente.
Volveré.
Saludos
Muy profundas tus letras, nos dejas una buena reflexión, me ha encantado esta frase.
ResponderEliminarSoy el pasado que habla,
soy el presente que calla.
Grcias por tu visita y seguimiento, me quedo.
Un abrazo
Ambar
Ser o no ser... siempre mejor la primera opción, seamos quienes seamos.
ResponderEliminarMe ha gustado y estimulado mi mente.
Abrazotes.
Lo positivo y lo negativo, lo suelto y lo atado... así somos, Gema. Oxímoron viviente, latiente.
ResponderEliminarMil besitos y buen finde.
Me quedo sin palabras para explicarte lo que me parece... Es buenísima tu poesía.
ResponderEliminarEs profunda...
Muchos besos
Un pasado interesante cantado poéticamente.
ResponderEliminarSaludos.
Si, sos el resultado de una mujer que vino de otra mujer y de otra y de otra. Y por eso sos lo que sos, cargando lo milenario, trayendo al presente tu lado profundo y poetico.
ResponderEliminarImpactante, siempre.
Besos.
Permíteme que esta vez sólo te aplauda con emoción. El resto ya lo sabes tú. Un fuerte abrazo.
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