jueves, 29 de enero de 2015

Maremágnum ~

Me fue imposible abrir el paraguas en aquel maremágnum.
La lluvia me caló -
me humedeció la boca.

Corrí sintiendo las caricias que caían desde el cielo,
con la ropa pegada a mi piel,
con mi piel pegada al desenfreno.

Besé a las nubes desde el infierno
y pensé en ti,
calando
mi
recuerdo.

G. S.

6 comentarios:

  1. Que envidia de desenfreno.
    Un poema deliciosamente infernal.

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    1. Toro Salvaje, recuerda salir sin paraguas para que el desenfreno te sorprenda "desguarecido".

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  2. qué lindo! Belo escrito! Vos felicito por tan lindo blog.
    Gracias por tu visira....abrazos!!!

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  3. Hola. Gracias por pasar por mi espacio y por tus palabras. En cuanto al tuyo, bueno, decir que ese deseo para 2015, articular palabras, parece estar cumplíendose de manera sobresaliente.

    Abrazos.

    Rafa.

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    1. He de admitir que no está siendo un verdadero propósito - la escritura se está convirtiendo en una sana adicción que campa a sus anchas por mi ser. Gracias por asomarte a mi rinconcito Rafa. Otro abrazo para ti.

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